La noche avanzaba lenta acompañando mi andar tosco. Yo vagaba buscando. Buscando sin saber qué. Y así, me encontré una puerta. Me sedujo la ilusión de hallar algo valioso en su interior. La abrí con cautela y entré… pero, ¿qué había adentro? Nada. O en todo caso, sólo había aire. Aire y nada más. O a lo sumo, un holograma. Una imagen falsa. Un fantasma. Algún destello virtual vacío. Nada más. Alguna voz creí escuchar pero habrá sido sólo en mi cabeza. Después, silencio y más silencio. Sólo el sonido de mis pasos. Nada. Recorrí el espacio desierto, aguardé por si aparecía algo. Pero nada. Entonces, decidí salir. Cerré la puerta y seguí mi camino. Lleno de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario