Sobre aquel estante duermen
Los polvorientos recuerdos
Ya nadie vive por ellos
Ya nadie sueña sus sueños
La humedad es su perfume
El olvido, ahora, su dueño
Ha contaminado el tiempo
Sus campos, ahora desiertos
Sus caminos ya borrados
Son testigos del silencio
Papeles abandonados
Testimonio amarillento
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