A vos. A vos que tenés nombre y apellido. A vos, que sos vos pero también
varias. A vos, que en realidad sos todas. Sos todas y a la vez ninguna. A vos, lamento dirigirme en este día. A vos
que despilfarraste chances de conocer sublimes mundos, ávidos de ser
conquistados por tu afán aventurero. A vos que menospreciaste la posibilidad de
experimentar sensaciones prodigiosas en terreno ordinario. A vos que dejaste
diluirse en los mares del tiempo ofrecimientos genuinos de amores largos. A vos
que apostaste mal e hipotecaste tu futuro por adornadas promesas. A vos, desafortunada
alma, que lamentarás haber vivido, vivir privada de sueños en el ruido
cotidiano de algún matrimonio alegremente celebrado. A vos que habrás de ser
doliente de dolores pacientes de silencios infinitos. A vos que verás en vano tu
castillo de ilusiones huecas derrumbarse en diferido. A vos que habrás de
anhelar una nueva oportunidad donde poder alcanzar la gloria, mas habrás de
refugiarte en la sospecha. A vos que tendrás papel de reparto pobre en alguna
autobiografía nunca escrita…
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