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Exilio mental consentido.
Solicitud de crédito rechazada.
Desatino ambulante desarticulado.
Empréstito de bienes irrestituibles.
Derroche exacerbado de emociones.
Ensayos mediocres de perplejidad eterna.
Locura contenida en convención.
Creatividad aplastada a su mínima expresión.
Auxilio ficticio de males reales.
Efímera muestra de placer mezquino.
Intercambios de fluidos regulados por convenio.
Ambición enmascarada en dulzura.
Promesa implícita con objetivos disímiles.
Libertades restringidas al servicio del fracaso.
Encorsetamiento voluntario llamado “amor”.